Las plantas que se cultivan en el interior tienen necesidad de humedad ambiente más que de riego; por esta razón durante el verano, en lugares que no tengan aire acondicionado, bastará con dos riegos semanales, disminuyendo a uno por semana en época invernal; si en la habitación hay aire acondicionado, se recomienda regar solamente una vez por semana.
Por ser cultivadas al amparo de los rayos solares, es indistinto el momento del riego, pero evite regar aquellas plantas que, por su ubicación, reciban sol a través de una ventana en ese momento.
Consejos para el riego de plantas de interior
La mayoría de las plantas de interior muere por exceso de agua: una taza cada vez que se riega bastará para que las plantas medianas tengan el agua suficiente para vivir. En plantas grandes (una palmera, un ficus) convendrá aumentar la cantidad de agua de acuerdo al tamaño. Una planta de 1,80 metros estará bien con un litro de agua semanal.
Un tema tan importante como la cantidad de agua de riego, es la calidad de la misma. Si el agua tiene muchas sales o cloro, la tierra se verá con manchas blancas, la planta tendrá un crecimiento más lento y las hojas se volverán amarillentas. Para evitar esto conviene el uso de agua filtrada, o agua de lluvia.
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