Quizás por ser un mes de menos trabajo, debemos aprovechar para realizar otras tareas como adquirir las semillas y abonos que vamos a necesitar o reparar todas aquellas herramientas que se encuentren deterioradas por el uso y necesiten una mano de pintura. Si prevemos plantaciones para los meses venideros, es conveniente que preparemos ahora el terreno.
En aquellas zonas libres de vegetación en las que tengamos la intención de plantar efectuaremos una cava profunda hasta unos 20-25 cm por debajo de la superficie. Después, extenderemos una buena capa de estiércol en el terreno ya cavado. Esta operación, al dejar la tierra mullida, favorece la aireación y la penetración del agua de lluvia.
Al mismo tiempo que se realizan las labores de abonado y preparación del terreno, conviene desinfectar bien la tierra, los sustratos y los mantillos que se van a emplear. Esta desinfección se puede efectuar con vapor de agua y con productos químicos. También es un momento muy oportuno para eliminar las hojas secas de los macizos, las rocallas y los caminos de acceso.